La formación inicial se orienta a la generación de aptitudes dirigidas al reconocimiento de valores éticos vinculados a la integridad personal que deben ser transferidos al ejercicio profesional. También incide en la capacitación de principios básicos sobre los que se asienta el integro de la formación profesional, como como el razonamiento lógico-matemático, la comprensión lectora desde una visión crítica, la comprensión de la naturaleza desde sus principios elementales, y la comprensión del espacio arquitectónico, como materia de trabajo del profesional arquitecto.